Acerca de las características y naturaleza de la quiniela

Rasgos más notables de la quiniela como juego de azar

Es posible ver algunas características en este juego de azar que se mezcla con el fútbol que se diferencia de otros juegos estadísticos. He seleccionado algunos relevantes:
  • Carácter subjetivo: Tener una bese de conocimientos sobre fútbol influye en las decisiones. Por tanto la participación de un usuario u otro en el juego tiene peso en éste.
  • No hay equiprobabilidad: En otros juegos de azar de las Loterías y Apuestas del Estado (LAE) las combinaciones son equiprobables, es decir, existe la misma probabilidad de que toque una combinación u otra (a pesar de que por estadística se repitan algunos números más que otros). En la quiniela como comenté en entradas anteriores hemos visto que no es así.
  • Información incompleta: Se pueden obtenter una gran cantidad de datos para realizar un buen pronóstico. La suerte empieza a depender cuando empieza a rodar el balón en el estadio.

Ciencia aplicada en la quiniela

En las ciencias, independientemente de la materia, aplicadas para conocer la naturaleza que nos rodea llega un punto donde adquiere un carácter estocástico.
En Física tenemos que se pueden calcular muchos fenómenos con una precisión muy exacta. Se trata de una relación constante entre dos o más variables y es posible expresarla de una forma matemática, sin términos probabilísticos. Pero por otro lado hay fenómenos que no se pueden conocer con precisión sus parámetros fundamentales y por ello no es posible hacer relaciones deterministas, aparece aquí la incertidumbre.

No hay que olvidar en este punto que la naturaleza se rige por leyes y por tanto tiene un carácter de causalidad que implica que no podemos conocer los fenómenos de una forma exacta utilizando el método científico, pero la aleatoriedad o el caos no se dan en el funcionamiento del universo. Pero con dicho método no podemos establecer patrones deterministas en las relaciones de comportamiento del mundo que nos rodea. Un ejemplo de ello es que, como enuncia el principio de Heisenberg, no se puede conocer de una forma simultánea algunos pares de variables físicas, como la posición y el momento lineal de un electrón. Así que desde un punto de vista podremos determinar una magnitud pero existirá incertidumbre sobre la otra.

Ahora aplicamos esto a nuestro juego de azar. Si aplicamos el método científico en la quiniela, dados sus rasgos característicos estudiados, podremos desde un punto de vista de un usuario que trata de determinar los signos, poder establecer relaciones entre las variables que influyen en los resultados para cada encuentro, pero a diferencia de la física el juego entra dentro de las ciencias sociales. Con esto podemos concluir que en la parte aleatoria es difícil establecer el principio de causalidad y al ser ciencia social, las conclusiones obtenidas para un estudio no son aplicables para otro fenómeno. 
También hay variables cualitativas que hay que considerar en nuestra función para pronosticar, como la motivación de un jugador.
Por tanto es complicado establecer una relación matemática en una función para llevar a cabo nuestra mejor combinación y además el carácter de juego no hace posible el cumplimiento de una relación causal y por tanto la función tendrá un componente errático.

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